Hace ya bastante tiempo que la Popovic entró en el Olimpo de los músicos de blues Ahora la tenemos de nuevo entre nosotros con un trabajo ecléctico y lleno de fantasía De hecho Ana hace ya bastante tiempo que dejó el repertorio de blues y, de hecho, me pregunto si alguna vez fue una auténtica ‘blueswoman’ De cualquier forma aquí la tenemos en un disco vibrante y sólido, con un excelente trabajo de guitarra, como es habitual en esta cantante, guitarrista y compositora La serbia pues, nos trae un gustoso y bien acabado producto, donde da rienda suelta a su feroz y al mismo tiempo cálido sonido y fantasía interpretativa Respaldada por una banda y unos músicos que saben lo que tienen que hacer en todos y cada uno de los momentos del disco, Ana amarra bien los tempos y las actitudes y dibuja un álbum bien definido y muy bien acabado, con un repertorio cuidado, listo para triunfar de nuevo tanto entre el público de rock, como el de pop o el del blues contemporáneo y una esmerada producción a cargo de ella misma y Mark Dearnley En definitiva, lo que sí podemos afirmar es que Ana Popovic capta con inteligencia y buen gusto la esencia y el espíritu de la música americana