Excelente pianista, cantante y magnífico entertainer, Mitch Woods contagia siempre alegría y diversión. Si quieres bailar, disfrutar y olvidar todas tus preocupaciones, Mitch Woods es tu hombre. Blues, swing, jump blues, boogie-woogie e incluso el rockabilly no tienen secretos para este gran intérprete que convierte sus shows en un auténtico espectáculo y un derroche de ritmo.

Este es su álbum numero catorce y fue grabado durante el confinamiento. Mientras todo el mundo estaba encerrado y sin música en directo, Mitch decidió que debía dar felicidad y alegría a todos aquellos que necesitan disfrutar de la música porque, después de dedicar toda su vida a actuar, no podía imaginarse tener que estar parado tanto tiempo. Para ello reunió a sus Rocket 88 en los legendarios estudios Greaseland propiedad de Kid Andersen y, tomando todas las medidas de seguridad, llevando todos ellos mascarillas y sin el contacto con el público, consiguieron grabar un disco que comunica felicidad, alegría de vivir y ritmo a raudales.

Para este trabajo Mitch seleccionó trece de sus canciones más populares que ha interpretado durante años, grabándolas con arreglos nuevos y diferentes, lo que hace que los temas cobren nueva vida, siempre inspirándose en el blues, el jump blues de los años 40 y 50, el boogie, los ritmos de New Orleans y el rock & roll.

Junto a Mitch Woods al piano y voz se encuentran Kid Andersen a la guitarra, Dave Somers a los saxos, Kedar Roy al bajo y Larry Vann a la batería.

Ahora que la música ha vuelto de nuevo a nuestras vidas, Mitch quiere que disfrutemos con este disco. ¡Gracias Mitch! Seguro que lo haremos, bailaremos con tu musica y celebraremos todas y cada una de tus canciones.