Genuino, auténtico y sabroso blues de Chicago en su más pura expresión es lo que se encuentra en este disco del cantante Willie Buck, publicado por Delmark Records.

Willie es una de las leyendas vivas del blues de Chicago. Nacido en Houston, Mississippi en 1937, empezó a cantar desde muy joven por la zona del Mississippi, pero también en Georgia, Louisiana, las Carolinas, Tennesse o Texas. Decidió establecerse en Chicago en 1952, alojándose por algún tiempo en casa de un primo de Muddy Waters, empezando a actuar con prácticamente todos los grandes bluesmen de la ciudad. Aunque con algunos altibajos, Willie ha desarrollado una fructífera carrera y actualmente es reconocido como uno de los pocos artistas que siguen interpretando el viejo y carismático blues de la ciudad del viento, siendo en 2004 incorporado al Chicago Blues Hall Of Fame.

Este es el cuarto disco que publica para Delmark Records y es un acierto que está compañía siga apostando por la tradición. El álbum se grabó en directo desde el Buddy Guy’s Legends y, para la ocasión, Willie invitó a su mano derecha, el guitarrista Thaddeus Krolicki, a unirse a los Delmark All-Stars, todos ellos buenos conocedores del estilo, incluyendo a Scott Dirks a la armónica, Billy Flynn a la guitarra, Johnny Iguana al piano, Melvin Smith al bajo y Willie “The Touch” Hayes a la bateria, para recrear un repertorio en el que no faltan algunos standards como “Kansas City” de Leiber & Stoller, “Rock Me” de Muddy Waters o “Hoochie Coochie Man” de Willie Dixon.

Diez temas componen este álbum en el que, aunque la voz de Buck ya no es la misma que la de sus años jóvenes, sí conserva todo el carisma, la veracidad y legitimidad que los años de experiencia y conocimiento le otorgan a la hora de interpretar el genuino blues de Chicago.