Un músico con unas limitaciones técnicas bastante acusadas para un disco excesivamente largo Lazer Lloyd juega con unas melodías demasiado lentas a las que les falta dinamismo Su mensaje, lo más interesante en su haber, se diluye en un álbum con demasiado minutaje De cualquier forma sus intenciones son encomiables y en ocasiones despunta con buenos destellos de creatividad, pero el disco en sí mismo adolece de vitalidad y fuerza, es como si el músico se encontrara aletargado, sin ilusión y eso se transmite al oyente Lazer pretende narrar los momentos críticos de su existencia, vividos con la intensidad de un vagabundo de carretera Sin embargo la comunicación no existe porque da la impresión de que no cree demasiado, ni en sí mismo ni en lo que está intentando relatar en sus composiciones Lazer Lloyd es un ‘storyteller’ de nuestro tiempo, un vagabundo del dharma, que transmite sus vivencias y sus historias a través del espejo de su voz, su guitarra acústica y su armónica