Una de las características de la compañía discográfica austríaca Wolf Records es rescatar viejas grabaciones de figuras legendarias del blues afroamericano.

Este es el caso que nos ocupa en este álbum del pianista y cantante Henry Gray, un hombre nacido en Kenner, Louisiana en 1925, que pronto se trasladó a vivir a Baton Rouge y más tarde a Chicago. Sus primeras grabaciones fueron acompañando a Jimmy Rogers en 1954 en los estudios Chess y, en 1956, entró a formar parte de la banda de Howlin’ Wolf. En 1968 Henry volvió a Baton Rouge, Louisiana, donde se estableció definitivamente. En 1998 tocó en la fiesta del 55 cumpleaños de Mick Jagger. Según cuentan Henry era un hombre muy estoico que jamás faltó a un bolo, incluso estuvo tocando más de un mes durante una gira con un dedo roto, lo que le producía un enorme dolor sin que nadie se diera cuenta, sabiendo afrontar los problemas de la vida con buen humor. A pesar de sufrir un ataque al corazón a los 92 años, siguió tocando hasta ser ingresado en un hospicio donde murió a los 95 años.

Henry Gray tuvo una prolífica carrera musical tanto en lo que a grabaciones se refiere, como en cuanto a giras y actuaciones. Este disco recoge en dieciocho temas algunas de sus mejores grabaciones realizadas entre los años 1995 y 1996, tanto en solitario como acompañado de algunos buenos músicos que entienden tanto el lenguaje del blues de los pantanos como el de Chicago, en un repertorio que incluye canciones tan conocidas como “It Hurts Me Too”, “Sweet Home Chicago”, “Downhome Blues”, “How Long”, “Little Red Rooster” o “Fanny Mae”, interpretadas con enorme autenticidad y mucho feeling, respaldado por Steve Coleridge, Andrea Curbelo, Shakey Vick, Colin John, Jolly Jumper o The Baron entre otros.

Gracias a la colaboración de Steve Coleridge y Hannes Folterbauer se han podido recuperar estas sobrias e impagables grabaciones de Henry Gray, que ayudan a ampliar históricamente el legado de este magnífico bluesman.