Aquí tenemos un tren que llega a toda velocidad para llevarnos a un viaje atravesando los más variados paisajes de la música negra en cuanto a sonidos del blues de New Orleans, el boogie, el gospel o incluso la psicodelía Con este álbum Victor Wainwright confirma su madurez artística como cantante, pianista y compositor dando una soberana lección magistral de cómo bucear en los salvajes y sensuales ritmos de la ‘Crescent City’ y todo ello a lo largo de doce canciones de factura propia Rodeado de excelentes músicos que conocen bien el leguaje del rhythm and blues, el rock and roll y el boogie, a los que Victor da una nueva dimensión con su particular y expresiva forma de tocar el piano Wainwright se pasea y se desenvuelve majestuosamente a lo largo de unas canciones efervescentes, intuitivas, sensuales y atractivas, impregnadas todas ellas del magnífico talento que este hombre posee Los músicos que le acompañan son Billy Dean a la batería y percusión, Terrence Grayson al bajo y voz en un par de cortes, Pat Harrison a la guitarra y voz en otros dos cortes, además de diez invitados especiales que se van alternado a lo largo del álbum y entre los que cabe destacar a los guitarristas Dave Gross, Jeff Jensen o Monster Mike Welch Un gran disco, provisto de un material estilístico soberbio