Un auténtico torbellino de sensaciones y emociones es lo que siente el oyente al escuchar a esta mujer que desprende entrega, fuego y pasión en todas y cada una de las piezas que interpreta. Dotada de una voz intensa y desgarrada que proviene del gospel y de la música soul, Liz McComb se desenvuelve con mucho acierto y comodidad en este disco, donde interpreta doce impresionantes temas fruto de su enorme amor y conocimiento de la música afroamericana y de los que ella es la compositora, arreglista y productora. Liz mezcla con habilidad y sentimiento blues, gospel, soul, rhythm and blues, hollers, dance, rap, hip-hop, o doo-woop, de manera relajada y muy eficaz. El resultado es un álbum brillante y también sofisticado en algunos momentos, especialmente por la labor orquestal de algunos arreglos, como, entre otros, en el tema ‘Peacemakers’. Un proyecto ambicioso que merece la mejor de las suertes.