El nuevo disco de Kelly Richey es conciso y escaso, puesto que sólo contiene diez canciones Eso sí, son diez temas impregnados de lo que en la terminología musical de los USA se describe como, ‘good ole’ gritty rock n’ roll’, que interpreta de forma descarnada, con un sonido sucio y grasiento, todo ello gracias a las muchas dosis de ‘brutish blues guitar’ junto a unos cuantos toques de ‘gritty swagger’ que ella misma se encarga de llevar a cabo Kelly se muestra activa, contundente y muy eficaz, construyendo un trabajo serio, brillante y muy atractivo La música de Kelly Richey recoge influencias que van desde RL Burnside o The Black Keys, hasta desembocar tanto en los White Sytripes, como en los Led Zeppelin Richey explora todos estos caminos de forma calculada, con equilibrio, desarrollando su música con coraje pero, sobre todo, con mucho corazón y empeño Acompañan a su voz y su guitarra, Freekbass al bajo, Robby Cosenza batería y Bernie Worrell teclados, quien se encarga de dar el contrapunto ideal a los riffs de guitarra de Kelly Richey, con sus intensos y punzantes destellos al teclado