Buen disco doble a cargo de Jimmy Lloyd Rea, un cantante y bajista muy popular entre sus fans y admirado por los moteros y habituales de clubs, bares y tabernas de carretera y autopistas. Jimmy lleva muchos años trabajando en este oficio, es un viejo zorro en el negocio musical que no se deja engañar con facilidad. Desde hace muchos años Jimmy Lloyd Rea tiene la misión de evangelizar con su rockin’ blues a sus feligreses y es en este terreno donde es el rey y se mueve como pez en el agua. Jimmy es un buen pastor, un hombre de fe que se convirtió al blues y empezó a evangelizar con su contundente liturgia a base de las cuatro cuerdas, dejando su hogar en Oregón para empezar una nueva vida de ministro al servicio del blues. Desde entonces no ha parado ni un momento, no se ha dado tregua ni cuartel y jamás se ha rendido ante las vicisitudes de la vida, tampoco le ha inquietado ni le ha producido ninguna depresión tener que tocar para una audiencia de solamente cinco borrachos o ante trescientos colgados del blues. Pero volviendo al doble cd que comentamos, decir que contiene un total de veintiséis canciones. El primer cd cuenta con la excelente contribución de la guitarra de Craig Tarwater, un músico experimentado y creativo que os impresionará escuchar y que, durante sus años de juventud, estuvo tocando con Dobie Gray And The Drifters y más adelante con Barry White, Frank Zappa, Canned Heat, Buddy Miles, Steve Miller, Dr. John, Buffalo Springfield y muchos otros. Este primer cd va a entusiasmar a todos cuantos gustáis del blues con guitarra, puesto que en algunos temas intervienen hasta tres guitarristas al mismo tiempo. El segundo cd es una recopilación de las canciones favoritas de Jimmy Lloyd Rea extraídas de sus tres primeros discos “The Blues Is On The Line”, “Roadhouse Blues” y “Croozin’ For A Bloozin’”, el segundo probablemente su álbum de blues más tradicional en el que intervienen Bill Rhoades a la armónica, Vince Hozier a la guitarra y Curtis Johnson a la batería y, el tercero, grabado en el 2006, es un contundente y enérgico cd de blues-rock. Un doble álbum que disfrutareis como enanos y, para aquellos que todavía sean unos agnósticos, me atrevo a asegurar que, después de escuchar este disco, abrazareis la fe por los blues para el resto de vuestras vidas.