No cabe duda que James Cotton es una de las últimas leyendas vivas que quedan entre los sopladores de la vieja escuela de Chicago Su vida, su obra, o sus influencias, son de sobras conocidas por todos los aficionados, por lo que no comentaré nada acerca de su historia, ni tampoco de sus batallitas que, por cierto, tiene muchas Como ya sabeis, sus problemas de garganta le impiden cantar pero no soplar y esto es lo que hace en este álbum, soplar como este gran maestro puede hacerlo Son doce magníficos temas los que se encuentran en este nuevo trabajo, todos de enorme fuerza, intensidad y absoluta grandeza Los músicos que le acompañan entienden perfectamente lo que se espera de ellos y entre todos trenzan un disco empático, genuino y pasional El personal que interviene en este álbum son Slam Allen guitarra y voz, Tom Holland guitarra y voz en el clásico de Muddy Waters Sad Sad Day, Noel Neal bajo y Kenny Neal Jr batería, mas la armónica de Cotton invadiendo el espacio con su espectacular, carismático y gigantesco sonido Un lujo de músicos para un disco redondo y brillante