La vida de Gary Cain solo tenía un objetivo… tocar, tocar y tocar Diariamente dedicaba ocho horas a practicar con su instrumento y cuando estaba de vacaciones, le dedicaba trece horas al día Sus actuaciones en directo eran prácticamente diarias, hasta que llegó un día en que en un concierto en Dubai tuvo una grave afección vocal que le afectó profundamente Durante un tiempo dejó la música, lo que le sirvió para replantearse su vida y su carrera Fue así como logró rejuvenecerse física y mentalmente cambiando su actitud y la forma de enfocar su vida A día de hoy podemos afirmar que ha vuelto con energías renovadas a su actividad musical y con una mayor fuerza moral El planteamiento ahora es totalmente distinto a su anterior vida, ya no le interesa tocar por el hecho de tocar, sino para expresar todo cuanto siente y transmitir lo que lleva dentro de sí Esta nueva dirección que ha escogido para enfrentarse a su vida, su música y sus fantasmas le ha hecho conseguir un estilo particular, mezcla de toda la música por la que se siente inspirado y profundamente atraído Todo ello puede verse plasmado en los diez temas propios de este primer álbum, donde está acompañado por Tom Nagy al bajo y Donnie McDougall a la batería