Nacido en Rouston, Louisiana en 1998, con sólo dos años D.K. Harrell escuchó por primera vez a B.B. King y empezó a imitarlo. Comenzó a cantar en el coro de la iglesia y a los doce años consiguió su primera guitarra con la que se inició en la composición de canciones. Se pasaba horas y horas estudiando los videos de B.B. King y aprendiendo no sólo su forma de tocar sino también su puesta en escena y su modo de liderar los conciertos. Su primera actuación pagada fue en el B.B. King Symposium en Indianola donde realizó una increíble versión de “The Thrill Is Gone” tocando con Lucille, la icónica guitarra de B.B. King.

A pesar de que su mayor influencia sigue siendo B.B. King, Harrell ha bebido de otros grandes del blues como Albert King, Freddie King, Albert Collins, Johnny Copeland o Muddy Waters, sin olvidar tampoco su faceta de compositor. Actualmente se ha convertido en un auténtico fenómeno que ha revolucionado la escena de blues no sólo por su juventud sino también por la impresionante técnica a la guitarra y feeling que desprende su voz en todos los temas que interpreta que, desarrollados sin apartarse del blues más genuino, son asimismo tremendamente actuales y le han convertido en una de las estrellas del blues del siglo XXI.

Este es su primer disco para la compañía Alligator y se ha grabado en los estudios Greaseland bajo la supervisión de Kid Andersen. Doce canciones que sirven para saborear, disfrutar, bailar y emocionarse con esta nueva sensación del blues llamado D.K. Harrell. En el disco ha contado como banda base con Kid Andersen a la guitarra rítmica, Jim Pugh al piano y órgano y Andrew Moss al bajo mas un impresionante elenco de músicos invitados, entre otros los baterías June Core y Derrick “D’Mar” Martin, una fantástica sección de vientos y las voces de vocalistas tales como Tia Carroll, Cathy Lemons, Alabama Mike, Anthony Boyd, Deb Lubin o Lisa Leuschner Anderson.

Con artistas como D.K. Harrell el futuro del blues está asegurado.