Como una música viva que es, el blues posee múltiples facetas y formas de influenciar a creadores de otros estilos que prácticamente nada tienen que ver con el mismo. Desde Francia Cyril Capelle constituye un buen ejemplo de un artista que completamente alejado del blues, es capaz sin embargo de dotar a su música de un regusto bluesero que la hace atractiva para el aficionado que desea descubrir algo diferente y original.

Amante de la música desde muy joven, fue apadrinado por Françoise Hardy, empezando a despuntar y a realizar sus primeras grabaciones. Con sólo 33 años y en el mejor momento de su carrera, Cyril sufrió un aneurisma cerebral, quedando en coma y teniendo que sufrir un largo periodo de recuperación, volviendo gradualmente a la composición y la interpretación. Actualmente Cyril disfruta de una exitosa carrera y goza de una excelente reputación en la escena de la musica francesa.

Este disco presenta diez canciones que se mueven en lo que podríamos llamar el “underground francés”. Temas intimistas, oscuros, inquietantes, pero que comunican algo especial para hacer que el oyente se sumerja en este mundo tan personal que Cyril Capelle nos propone en este álbum.

Cyril Capelle está a la voz y guitarras acústicas y cuenta también con otros instrumentistas que ayudan a crear esta atmósfera tan novedosa y original, bien diferente de cuanto estamos acostumbrados a escuchar normalmente.