Para la realización de este último trabajo, el cantante, guitarrista y compositor Chris Bergson ha dejado a un lado a su banda habitual para adentrarse en un discurso en solitario, empleando como único acompañamiento el de su guitarra eléctrica y, de este modo, poder mostrar al oyente sus excelentes dotes de compositor y letrista.

El álbum fue grabado durante dos días en marzo de 2020, en New York y en plena pandemia del covid e incluye algunas excelentes composiciones propias, así como cuatro canciones escritas por Richard Julian, Glenn Patscha, Chuck Berry y Bob Dylan.

Aunque la faceta más conocida de Chris Bergson es como líder de su propia banda, en esta ocasión ha querido despojarse de todos los elementos que normalmente le rodean para, de esta forma, completar un álbum intimista, donde muestra al público su habilidad y su especial sentido de la sensibilidad, una virtud que este músico posee a la hora de abordar un repertorio relajante e intimista, con unas letras muy elaboradas que pretenden emocionar al oyente.

Un músico serio y honesto, que aporta sensibilidad y un soplo de aire fresco al panorama musical de estos tiempos actuales.