Desde el sur de Louisiana, Big Al & the Heavyweights nos presentan su blues contagioso y desenfadado para hacernos bailar y disfrutar toda la noche. La banda ha asimilado la riqueza cultural, la diversidad musical y los variados ritmos del lugar de donde provienen para ofrecernos un disco con multitud de colores y texturas.

Después de la trágica muerte de su cantante y pianista Wayne Lohr, el grupo ha reestructurado sus miembros y actualmente está formado por Marcel Anton a la guitarra y voz, Dale Robertson a la armónica y voces, Dennis Cedeno al bajo y voces y Big Al Lauro a la batería, además de ser el líder de la banda desde sus inicios allá por el año 1993. Esta instrumentación es la misma que tuvieron en sus inicios y los nuevos músicos que se han incorporado han proporcionado una nueva energía al estilo de este grupo que se mueve a sus anchas en el blues, el funk más grasiento, el soul bailable de los bayous y el contagioso ritmo de la música Zydeco, todo ello salpicado con toques de música americana con raíces, en una combinación explosiva que hacen de este disco un trabajo recomendable para todo aquel que quiera pasar un buen rato.

Diez canciones dan forma a este trabajo donde el buen ambiente, la energía, el contenido y la diversión conectarán inmediatamente con el oyente confirmando que, a pesar de los años que llevan en activo, Big Al & The Heavyweights no han perdido ni un ápice de su ilusión y su buen hacer como instrumentistas, además de estar en plena forma y con ganas de dar lo mejor de sí mismos para cautivar una vez más al aficionado con un más que interesante disco.